Con nuestro Chevrolet Corsa y las mochilas prensadas en el maletero nos hemos puesto en marcha hacía el Chatlén por la ruta 40. Hay una distancia de 240km que se hacen en unas 4 horas haciendo las paradas de rigor para hacer las fotografías espectaculares que el paisaje brinda y teninedo en cuenta que, a mitad de camino, hay unos 30km de ripio. A la salida hemos estado a punto de volver hacía El Calafate porque las condiciones de la carretera no eran demasiado buenas: la escarcha y el hielo hacía resbalar las ruedas aún llevando clavos. Pero eso ha sido sólo los primeros km., porque luego el sol nos ha acompañado durante todo el viaje y la carretera parecía llegar hasta el infinito, de esas que sólo salen en las películas y que nunca se acaban. En el trayecto hemos visto guanacos, caballos, ovejas... pero lo más espectacular que hemos visto han sido los cóndors. Que pedazo de bichos! Impresionan sobretodo si te los encuentras en mitad de la carretera deborando una mara (una especie de liebre). El paisaje de los Andes nevados y el lago Viedma de color turquesa es precioso. Casi llegando al Chaltén hemos vislumbrado el Cerro Torre y el espectacular Fitz Roy. El pueblo es lo más parecido a un pueblo fantasma, sin gente, con los establecimiento cerrados y con el viento soplando fuerte. Con deciros que en nuestro alojamiento, uno de los 2 que están abiertos y llamado Rancho Grande, sólo estamos alojados nosotros!! Brutal. El ordenador desde el que escribo es del año 2 y no tiene USB así que las fotos de hoy tendran que esperar.
Por la tarde hemos aprovechado el ratito de luz que quedaba para ir a visitar el Chorrillo del Salto, una cascada que baja de cerro en un entorno completamente nevado y helado.
Mañana aprovecharemos la mañana para caminar durante una hora hasta el Lago Capri y el mirador al Fitz Roy antes de regresar al aeropuerto de El Calafate rumbo a Trelew en la Península Valdés donde tenemos previsto llegar bien entrada la noche.
Por la tarde hemos aprovechado el ratito de luz que quedaba para ir a visitar el Chorrillo del Salto, una cascada que baja de cerro en un entorno completamente nevado y helado.
Mañana aprovecharemos la mañana para caminar durante una hora hasta el Lago Capri y el mirador al Fitz Roy antes de regresar al aeropuerto de El Calafate rumbo a Trelew en la Península Valdés donde tenemos previsto llegar bien entrada la noche.